El guru Nanak, fundador del sikhismo, llegó en sus largos viajes hasta La Meca. Allí se sentó en una mezquita a descansar, con los pies en dirección al mihrab (el nicho de la mezquita que marca la dirección de la ka'bah). Un religioso le amonestó, ya que apuntar a la casa de Allah con los pies es un acto sacrílego. Amablemente, Nanak le dijo que no se había percatado de ello, y le pidió que tomara sus pies y los colocara "en cualquier dirección donde no se hallara la casa de Allah". El mullah tomó los pies de baba Nanak y los colocó en dirección al norte. Pero para el asombro del religioso, todo el santuario y hasta la ciudad entera giraron en la dirección de los pies de Nanak. Y cuando repitió la acción en dirección al sur, el mihrab también viró hacia el sur. Entonces, desde la cúpula de la mezquita se escuchó una voz misteriosa que proclamó: "¡Alabado sea Nanak, alabado sea Nanak!".
Moraleja: no hay ningún lugar donde no habite lo sagrado, y por encima de cualquier lugar, edificio, objeto o rito, nada hay más sagrado que un semejante.
-De "Los Sikhs", Agustín Pániker. Editorial Kairós, 2007.
Comentarios
Aquí y ahora, en el presente eterno, se puede gozar esta liberación, esta libertad. Cuando se vislumbra, qué poquita cosa parecen los preceptos, las normas, la orientación de los edificios, las ceremonias... (que cumplen su papel, no lo niego, pero...). Saber esto nos hace cómplices de la sonrisa de guru Nanak.
B.
También me molesta cuando la gente confunde los ritos con la religión. Dios no está en un libro, por muy venerable que sea, adorarlo es convertirlo en un ídolo, y se cae muy a menudo en la idolatría de lugares y formas. Sigo estudiando las religiones y cada vez se diluyen más los detalles y veo su verdad común.
Seguiremos con el viaje, hasta pronto,
h.
Recuerdo la emoción, hace muchos años, de entrar en una ceremonia ortodoxa (griega) en Viena. La misma o parecida que experimentaría en un templo shintoísta y en tantos otros. Los ritos son muy valiosos, muy necesarios... Pero como sugieres, el fin es algo más.
Hasta pronto y cordialmente,
B.