Ya que me han recordado últimamente a H. R. Giger, por qué no volver a su mejor pesadilla, el monstruo más aterrador de la historia del cine, mi monstruo. Realmente no tiene nombre, pues alien es una palabra inglesa que suele usarse para “extranjero”, es decir de fuera, ajeno. Ahora esa palabra produce un efecto inmediato al oírla: algo así como un encogimiento de tripas y unas ganas desesperadas de salir corriendo.
Que es el monstruo más aterrador, quizá sea una opinión personal, de alguien que ha tenido la ocurrencia de ver alguna vez esta película de noche, y además ha soñado con él, y ya se sabe que los sueños son mucho más reales que ver una película; quizá haya habido monstruos más feos y más feroces en el cine (y los hay en la realidad, como sabrá quien haya visto un cocodrilo del Nilo de cinco metros o un pez abisal). Pero el alien no es una simple fiera depredadora, lo que lo hace especial es… que es demasiado humano.
Puede lucir una naturaleza biomecanoide, mezcla de órganos desmembrados, remendados, fosilizados, acero y huesos, no necesariamente vivo, quizá artificial, o antinaturalmente inmortal, insensible y pululante como un insecto gigante; pero sobre todo parece algo que ha sido humano, que lo puede ser, una evolución, una involución, una mutación hacia algo terrible, un esqueleto o trabazón de huesos que se ha deshecho de su envoltura civilizada, sociable y anodina de persona; intuimos que lo llevamos dentro como un órgano desconocido hasta ahora, que quizá en cualquier momento puede comenzar a crecer y a hacer metástasis, a emerger y abrirse paso y reventarnos el pecho, y eso será lo que realmente éramos aunque no queríamos reconocerlo. Alien es la fiera, el hambre, la violencia, el grito, la enfermedad, la llaga, la herida, la muerte… Alien es el Miedo.
Que es el monstruo más aterrador, quizá sea una opinión personal, de alguien que ha tenido la ocurrencia de ver alguna vez esta película de noche, y además ha soñado con él, y ya se sabe que los sueños son mucho más reales que ver una película; quizá haya habido monstruos más feos y más feroces en el cine (y los hay en la realidad, como sabrá quien haya visto un cocodrilo del Nilo de cinco metros o un pez abisal). Pero el alien no es una simple fiera depredadora, lo que lo hace especial es… que es demasiado humano.
Puede lucir una naturaleza biomecanoide, mezcla de órganos desmembrados, remendados, fosilizados, acero y huesos, no necesariamente vivo, quizá artificial, o antinaturalmente inmortal, insensible y pululante como un insecto gigante; pero sobre todo parece algo que ha sido humano, que lo puede ser, una evolución, una involución, una mutación hacia algo terrible, un esqueleto o trabazón de huesos que se ha deshecho de su envoltura civilizada, sociable y anodina de persona; intuimos que lo llevamos dentro como un órgano desconocido hasta ahora, que quizá en cualquier momento puede comenzar a crecer y a hacer metástasis, a emerger y abrirse paso y reventarnos el pecho, y eso será lo que realmente éramos aunque no queríamos reconocerlo. Alien es la fiera, el hambre, la violencia, el grito, la enfermedad, la llaga, la herida, la muerte… Alien es el Miedo.
Comentarios
El escultor inglés H.Moore ha usado mucho los huesos como modelo de esculturas.
un beso
Alien es el miedo, en efecto, el miedo a ser otro, el miedo a acercarse y otras muchas cosas,
entrañable entrada monstruosa...
Debo aclarar que cuando hablo de "la película" para mí es la que dirigió Ridley Scott. Las secuelas, variaciones y demás refritos pueden ser entretenidas películas de acción, pero funcionarían igual con cualquier otro bicho dentudo. Se ha convertido en algo muy visto, en cambio en "Alien" apenas se llega a ver al alien. La secuencia en que se le "atraganta" el desayuno a John Hurt no ha sido superada.
Dejo la pasión cinéfila por ahora, nos vemos en otros monstruos,
h,
http://locuraviajes.com/blog/wp-content/uploads/casa-batllo.jpg
Usó sobre todo cráneos de elefantes....aunque fue un período creativo.
Los huesos para mí tienen una atracción no racional, algo muy profundo, quizás en el ADN.
Por cierto, pásate por mi casa y verás una de animales fabulosos :D
Besitos
Hola Alyebard, gracias por pasarte por mi blog. Los miedos pueden reventarte el pecho, por eso yo cuido a mi monstruito para que esté tranquilo.
Ens veiem al teu blog, petons,
h.
h.