El fotógrafo Phil Borges ha recorrido
el mundo durante muchos años, y entre los impactos emocionales que ha sentido
ante toda clase de situaciones humanas, uno ha sido el conocer a chamanes de
culturas muy diferentes, que le han contado historias parecidas sobre sí mismos
y le han comunicado mensajes sorprendentes. Hombres y mujeres de diversas
edades, en algún momento de su adolescencia vivieron una experiencia
inquietante relacionada con voces y apariciones. Entonces algún miembro anciano
de su pueblo les confortó comunicándoles que habían sido agraciados con un don,
les enseñó a controlarlo, y se convirtieron en personajes importantes para su
comunidad. Como dice Phil Borges, si en nuestra cultura un chico de trece años
empieza a oír voces y a sentirse enfermo, lo llevan al médico, lo diagnostican
como esquizofrénico o bipolar, y le recetan medicamentos hasta que su cerebro
vuelva a la normalidad. Es una
experiencia muy, muy diferente a decirle que ha sido agraciado con un don, con
un talento que puede usar para servir a su comunidad, que lo convierte en
alguien necesario, al que la gente acude en busca de consuelo y sanación. El
fotógrafo dice no saber qué cosa es el chamanismo, pero que ciertamente hace
que la gente se sienta más unida al mundo en que vive, y a los demás seres
humanos. Esta conferencia es un resumen de lo que más tarde explica en su blog,
donde acompaña sus últimas entradas con sus preciosas fotos, sobre los
tibetanos, los samburu de Kenya, los nanai de Siberia, los huaoriani del
Amazonas… La última entrada hasta ahora es sobre los kalash de Pakistán.
En la foto, Sukulen, de 37 años, oráculo de los samburu.
En la foto, Sukulen, de 37 años, oráculo de los samburu.
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