SOBRE LA TIRANIA. 20 LLIÇONS QUE HEM D'APRENDRE DEL
SEGLE XX- Timothy Snyder
No hace falta comentar gran cosa sobre el poder que los
clichés y los eslóganes tienen sobre la conciencia (no es lo mismo
el oponente que el enemigo). Las definiciones marcan
como sellos los sucesos y las personas, y nunca hay que repetirlas
sin cuestionarlas. Hay que estar atento a la terminología de los
mensajes que nos llegan, pero para eso hay que tener riqueza de
vocabulario. Snyder da un consejo muy simple: leer. Éstas son las
obras en que se ha basado para este libro, que paso a anotar y espero llegar a conocer personalmente:
-Politics and the English Language- George Orwell (1946)
-The Language of the Third Reich -Victor Klemperer
(1947)
-The Origins of Totalitarianism -Hannah Arendt (1951)
-The Rebel -Albert Camus (1951)
-La ment captiva -Czeslaw Milosz (1953)
-The Power of the Powerless -Václav Havel (1978)
-How to be a Conservative-Liberal-Socialist -Leszek
Kolakowski (1978)
-The Uses of Adversity -Timothy Garton Ash (1989)
-The Burden of Responsibility -Tony Judt (1988)
-Ordinary Men -Christopher Browning (1992)
-Nothing is True and Everything is
Possible -Peter Pomerantsev (2014)
La verdad muere de cuatro maneras, según el autor: los discursos que
repiten mentiras, medias verdades o suposiciones, como si fueran la
nueva realidad; la consigna, o repetición infinita de un insulto,
una definición, una acusación, que la gente interioriza y en la que
cree como un nuevo dogma de fe; la aceptación de la contradicción,
o seguir creyendo en las promesas incumplidas, en la culpabilidad de
algo aunque todas las pruebas demuestren otra cosa, en las soluciones
que dan el resultado contrario al esperado... es decir, el abandono
del razonamiento; y por último, ese mecanismo humano que explica lo
anterior, la necesidad de certezas, la fe: si he decidido que este
partido, que este líder, es el mío, el que me apoya, con el que me
identifico... le seguiré haga lo que haga, o a quien se lo haga,
aunque me lo haga a mí. Puedo encontrar infinitas excusas: lo hace
por mi bien, no le dejan hacer otra cosa, al final se verá que tenía
razón... Pero sobre todo, nunca admitiré que me equivoqué al
elegir, que no era digno del apoyo que le di durante tanto tiempo.
Con él a muerte hasta el final. Así acabamos.
Frase de Snyder: la post-verdad es el pre-fascismo.
Aún me sorprende la credulidad con que me reenvían
noticias o mensajes por móvil, como si fueran cosas reales;
normalmente tardo unos diez segundos en encontrar una web que
desmiente el bulo, pero nadie se ha tomado esa molestia antes que yo,
y el desmentido no se propaga tan rápido como la invención. Para
informarme de verdad, acudo a prensa escrita con cierta trayectoria
histórica. Todos los medios tienen alguna orientación ideológica,
pero lo importante es ser consciente de ello y relativizar ciertas
visiones del mundo. Recurrir a diferentes medios ayuda a hacerse una
idea más ajustada de la verdad. Cuando el sesgo ideológico es tan
intenso que devora las noticias, el medio pierde credibilidad para
mí. Pero los reportajes periodísticos que analizan, profundizan y
dan coherencia a la realidad social, son los que realmente ayudan a
estar informado, ya que superan ese bombardeo de titulares o imágenes
sin contexto a los que se ha acostumbrado la gente a través del
móvil o internet, que sólo buscan la reacción emocional y
promueven la desmemoria.
Levanta la nariz de las pantallas y conoce a quien
tienes al lado.
Trata con gente que no sea como tú, ve a sitios
desconocidos, escucha ideas nuevas, conoce otras realidades. En la
variedad está la fuerza. Se vive en el mundo real.
Continuará....
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