SOBRE LA TIRANIA. 20 LLIÇONS QUE HEM D'APRENDRE DEL
SEGLE XX- Timothy Snyder
Una de las constataciones más espeluznantes que me ha
deparado esta época ha sido comprobar cómo la gente ha hecho
realidad la pesadilla del Gran Hermano de 1984 de Orwell, no
sometidos por una dictadura violenta, sino por voluntad propia y
total alegría. Desde que vi el primer programa de tele-realidad hace
muchos años, he sido incapaz de entender cómo la gente está
dispuesta a exhibir sus más íntimas debilidades y sentimientos a
cambio de nada, de la nada. Que no sean capaces de darse cuenta de lo
que están perdiendo es sintomático. Las redes sociales han llevado
este mercadillo de intimidad al paroxismo. Han convertido sus vidas
en mercancía, y el negocio es para otros. Los escándalos de robo de
datos se repetirán hasta que dejen de escandalizar. Les hemos
regalado la cuerda con la que colgarnos.
Las organizaciones cívicas contribuyen a hacer una
sociedad más sólida. Las iniciativas civiles de todo tipo, ya se
dediquen a la cultura, al deporte, a la ayuda solidaria, contribuyen
a crear ciudadanos activos, menos aislados, más comprometidos. El
pueblo no es un ente pasivo a la espera de lo que los políticos
quieran hacer con él.
Los países se han convertido en compartimentos estancos
que crean sus propios dramas y crisis, su mitología y sus
protagonistas, pero ignoran muchísimo la realidad de sus países
vecinos. Se puede hacer la prueba mirando las noticias de otro país,
y comprobando cuánto desconocemos de lo que dicen. Hoy en día la
economía y la política son fenómenos internacionales, y la visión
local siempre es muy parcial. Y no sólo la actualidad, sino el
pasado de otros lugares, puede ser otra ayuda para entender ciertos
problemas y sus posibles soluciones.
Atenció amb les paraules perilloses
Es aplicable lo dicho en el apartado 9.
Mantingues la calma quan arribi l'impensable
Un momento de crisis económica, o la amenaza
terrorista, sirven para invocar el estado de emergencia, bajo
el cual se empiezan a anular las garantías democráticas, por
nuestro bien. La gente está sumida en el miedo, no es el momento
de ser exigentes, de reclamar derechos, de cuestionar los
gobiernos... Es el momento en que muchos de aquellos países del
siglo XX cayeron en el totalitarismo. Muchos mantuvieron el estado de
emergencia durante años y años, y bajo él, la gente estuvo
dispuesta a aceptar cualquier atropello. Siempre había alguna
amenaza, siempre había que mirar a todos lados de reojo, por si
pasaba algo. Parece que desde septiembre de 2001 todo occidente está
en estado de emergencia, ¿es eso posible? Estaría bien echar cuenta
de todo lo que se ha perdido desde entonces, mientras estábamos
entretenidos con el miedo.
El patriotismo estadounidense tiene su propio estilo,
bastante lejano para Europa. En su propia mitología, siempre se
combina con libertad, libre, liberación. También con
democracia. Aunque la injusticia y la opresión siempre han
rondado su historia, Estados Unidos nunca ha sido Alemania, ni por
supuesto Rusia. Algunos americanos como Snyder están muy preocupados
porque ese prestigio no se destruya y la presidencia de Trump no sea
el primer socavón del edificio (razón de ser de este libro). La
fuerte oposición de los progresistas y de representantes de la
cultura como Snyder deja constancia, con consternación, de cada
movimiento político presidencial que atenta contra la tradición
libertaria americana (aquella que hizo América grande de verdad).
Como un presentador de televisión dijo ante otra situación que se
saldó con una reacción intransigente del gobierno, de resultados
desastrosos: hubiéramos podido ser capaces en el futuro de mirar
a nuestros nietos a los ojos, pero al final no.
Desde el fin de la guerra fría, dos tendencias se
adueñaron de la política de occidente: una que Snyder llama
política de la inevitabilidad, según la cual todo está ya
solucionado, triunfan la democracia y el capitalismo, y el futuro
consiste en más progreso, más mercado, abundancia y felicidad. La
otra tendencia surge bajo todo eso, víctima de las contradicciones
de ese progreso, de la pérdida de seguridad y valores, de las
amenazas de la modernidad. Snyder la llama política de la
eternidad, porque consiste en una evocación de un pasado ideal
en que todo era mejor y al que es necesario volver, y ve el futuro
como una degeneración, un abismo del que provienen todos los males.
Bajo la irresponsabilidad de los primeros y el miedo que siembran los
segundos, las conquistas de la democracia surgidas de los desastres
del siglo XX se van olvidando. Son dos formas de política
anti-históricas, porque hacen del tiempo y de los hechos reales pura
mitología. Snyder es un historiador y tiene muy claro que es
imprescindible aprender las lecciones de la historia, sobre todo la
del siglo XX. Porque es muy posible que el XXI sea su réplica
aumentada y mejorada.
Snyder: Si ningú no està disposat a morir per la llibertat, tots morirem
sota la tirania.
Timothy Snyder: Sobre la tirania. 20 lliçons que hem d'aprendre del segle XX. Destino, 2017 / Sobre la tiranía: veinte lecciones que aprender del siglo XX. Galaxia Gutenberg, 2017 / On Tyranny: Twenty Lessons from the Twentieth Century.
Comentarios