Aún antes de saber quién era, había visto muchas de sus ilustraciones en cuentos de hadas. Después he encontrado a muchos imitadores suyos, porque desde que él los dibujó, los duendes, las hadas, los príncipes, las princesas, los monstruos y ogros ya no han podido ser de otra manera. Sus bosques encantados son los más inquietantes, oscuros y misteriosos, con los árboles más retorcidos y hechizados; sus lagos son los que esconden los monstruos más aterradores o las ondinas más bellas. Quizá no lo bastante valorado por dedicarse a ilustrar cuentos, su técnica era prodigiosa y sus obras están a la altura de los mejores creadores simbolistas. Marcó una época con sus Cenicienta, Caperucita, su Alicia, pero también ilustró obras clásicas: El sueño de una noche de verano de Shakespeare, Canción de Navidad de Dickens… la lista es muy larga. Sus ilustraciones para El anillo de los Nibelungos son espectaculares.
Gracias a él, no voy a dejar nunca de leer cuentos.
Comentarios
Recordando Cenicienta, me viene a la memoria haber leído una versión de los Grimm que es una curiosa variación del tema, titulada “Toda-clase-de-pieles”, el original alemán es “Allerleirauh” y en inglés he encontrado algo como “Catskin”. La recomiendo, tiene el encanto irracional que se ha perdido con las versiones Disney.
Sí que et puc dir que les versions originals i populars dels contes són molt més perturbadores del que estem acostumats a explicar als nens d'avui. Ara em vé al cap "Mujeres que corren con los lobos" de Clarissa Pinkola Estes, una interpretació psicològica de contes tradicionals massa llarga, però curiosa.